saber perder y ganar en la clase de educación física

 

Jugar, perder y ganar en la clase de educación física





Saber ganar y saber perder deberían ser factores a enseñar en nuestras prácticas docentes para que los alumnos disfruten de los juegos sanamente. Este tipo de formación parecería estar por encima del mero éxito o de la derrota y como futuros docentes es importante transitar por estos necesarios canales de reflexión. En la siguiente nota buscamos revalorizar el poder de saber perder y hablar sobre sus beneficios.

En la sociedad actual, cuando nos enojamos por la obtención de un segundo puesto, no valorando el esfuerzo ni el compromiso sino el resultado, es fácil pensar que esta premisa del “no perder bajo ninguna circunstancia” afecta a nuestras clases de educación física. Esto se observa cuando los alumnos se enfadan, gritan y lloran tras perder un juego o bien cuando el profesor evalúa al alumno por su rendimiento sin tener en cuenta el proceso de aprendizaje.

Estos hábitos vinculados al condicionamiento de la autoestima al éxito (tanto gano, tanto valgo) o a la valoración social (tanto me elogian por la victoria, tanto valgo) precisan ser resignificados para posicionar a los futuros docentes con renovadas perspectivas


El juego, en tanto aliado de la educación física, es un elemento clave a ser considerado. Más allá de muchas discusiones sobre erradicar las derrotas en cualquier actividad es importante pensar que si los padres y educadores dejamos que los niños siempre ganen en los juegos, por pena o por pensar que es un acto de amor, les privamos de la oportunidad de enfrentar el fracaso y valorar la frustración. En este espacio buscamos revalorizar el poder de saber perder y hablar sobre sus beneficios.



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